Te conocí una tarde de mundos marinos,
de vinos y de cosas que dice la gente cuando
corren, doce copas al compas de una sonrisa.
Aprendí a comer en ti, en tu boca, en tus labios
antojaste mi cuerpo a helarme entre tus manos
y pude tocar tus fondos con mis aletas diurnas.
Existir es el menú de otoño que me espera
sin ti, cuando estés en el verde paraje lejano
de tus sombras y engaños, no lo olvides.
Es cruel no decirte…te quiero o te amo.
Solo decirte…te adoro mi retrato de Gauguin
que corren doce copas de mi vida sin tenerte.
El fucsia te envolvió una tarde entre el espejo y
mi cuerpo ,quemó las pupilas de mi mente turca ,
aquellas que quedaron disueltas en tu sudor y el mío.
Así te conocí una tarde celeste de marinos heridos,
langostinos envinados y de cosas buenas que dice
la gente , cuando de amar y amor…solo existen.
Saturday, May 24, 2008
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